Los dientes de leche cumplen una función muy importante para el desarrollo dento-facial de los niños, por lo cual su cuidado es fundamental un adecuado crecimiento. Su presencia representa funciones que van más allá de la estética, pues permiten procesos fisiológicos como la masticación, la deglución y el habla.
¿Qué son los dientes de leche?
Los dientes de leche, también conocidos como dientes primarios o temporales, son las primeras piezas que aparecen en la boca a partir de los 6 meses de edad. Son llamados “de leche” debido a su color blanco, que es más intenso que el de los dientes definitivos; además, son más pequeños y sus raíces son más cortas debido al poco tiempo que permanecen en boca.
¿A qué edad salen?
El inicio de la erupción de los dientes primarios se da a partir de los 6 meses de edad, pudiendo ser antes o después. Generalmente, el orden cronológico se establece de la siguiente manera (aunque puede haber variaciones en cada niño):
- Incisivos centrales inferiores: 6-10 meses
- Incisivos centrales superiores: 8-12 meses
- Incisivos laterales superiores: 9-13 meses
- Incisivos laterales inferiores: 10-16 meses
- Muelas: 13-19 meses
- Caninos o colmillos: 16-22 meses
¿Por qué son importantes los dientes de leche?
La presencia, conservación y mantenimiento de los dientes de leche es fundamental para el desarrollo dento-facial de los niños, pues su papel va mucho más allá de la parte estética:
- Proporcionan estética facial
- Permiten el desarrollo del habla
- Son indispensables para la masticación y la digestión
- Guardan espacio para la salida de los dientes definitivos
- Permiten el adecuado desarrollo de los huesos maxilares
Cuidado y preservación de los dientes primarios
Mantener en adecuadas condiciones la dentadura temporal permite que el niño goce de una salud oral óptima y que su proceso de crecimiento y desarrollo tanto esquelético como dental se lleve a cabo ordenadamente.
Es una tarea de los padres cuidar los dientes de leche y crear hábitos saludables para mantenerlos sanos. Así pues, lo recomendado es:
- Visitar al dentista con frecuencia
- Acompañar a los niños en su higiene oral diaria
- Usar siempre el hilo dental, así los dientes estén separados
- Acudir con el odontopediatra cuando salga el primer diente o antes
- Realizar limpiezas profesionales y fluorizaciones de forma frecuente
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